Una retirada a tiempo es una victoria dicen...
Pues eso tuve que hacer yo ayer. Me tocaba interval de 250 metros y sólo hice la mitad. Bajé a las pistas no con mucho entusiasmo, me encontraba bastante mal, había pasado el día en la oficina con frío y tenía pesadez de estómago, pero bueno, merendé algo al llegar a casa, me tomé un Frenadol y bajé "a probar suerte".
No hubo tal suerte. En el calentamiento me encontraba más o menos bien pero en cuanto empezamos a hacer progresivos ya noté que no tenía el estómago muy fino. Otra señal más y yo emperrado en entrenar. Total, que como os decía hasta empecé el interval. Qué mal. A cada repetición era peor, una pesadez y unas ganas de vomitar que ya se quedaron ahí todo el rato, así que nada, para estar pasándolo mal lo dejé estar, enfrié un poco trotando por el césped y me fui a casa. Ducha caliente, arroz blanco para cenar y nada de madrugón hoy para rodar. Me he levantado nuevo.
Yo que pensaba que había cogido un resfriado o algo. Pues parece que no. Supongo que algo no me sentaría bien ayer.
Cómo somos... Me pasó lo mismo el día de la gastroenteritis... Todo indicaba que era un día para quedarse en casa, pero hasta que no me puse la ropa, bajé a la calle y recorrí 200 metros, no tiré la toalla...
ResponderEliminarLlevamos la disciplina en la sangre, qué le vamos a hacer, ¿no? :)
Eso sera la edad! ;)
ResponderEliminarTodo y la edad (mamón, ¡que todavía soy senior! :D) somos muy disciplinados, sí.
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