Pero por burro y apurar la batería cuando sabía perfectamente que estaba ya para cambiar.
Por suerte me pasó antes de salir hacia el trabajo y el taller mecánico donde la suelo llevar me queda cerca y cuesta abajo. Estaba tan en las últimas que no fui capaz ni de arrancarla en bajada.
Ya que estaba en el taller he aprovechado también para cambiar el kit de transmisión que ya tocaba después de unos 20.000 kilómetros y una rodada en circuito.
Quedaban mil kilómetros más para la siguiente revisión pero mi mecánico vio el aceite un poco sucio y me lo cambió también.
Ahora sólo falta sustituir el neumático delantero que, pensaba eran manías mías, pero no, está ya un poco tocado. Eso será para la semana que viene. Lo podría apurar un poco más pero ahí sí que no me arriesgo ni escatimo. Me da igual que la batería me deje tirado pero no que me falle un neumático en medio de una curva. Lo puedes pagar muy caro.
Mi moto es una Suzuki Bandit 650 Naked, el modelo del 2005, la última edición carburada -ahora ya es inyección- y estoy realmente contento con ella. De lo único que me he quejado siempre es de la suspensión delantera, demasiado blanda. Yo no es que sea muy racing pero a poco que tires de frenos no cuesta mucho hacer tope (se comprime todo el sistema de suspensión). Además, con el tiempo los muelles se han ido dando y ahora la amortiguación es un verdadero flan, así que con el cambio de neumático comprimiremos un poco el muelle desde dentro para tener un poco más de precarga y por tanto más dureza. Igualmente habrá que sustituir los muelles tarde o temprano. El aceite de la horquilla de momento no, aún recupera bien después de una compresión.
Mi recomendación desde aquí es que llevéis las revisiones siempre al día y no racaneéis con elementos como los neumáticos, frenos o suspensiones.
V's y ráfagas a todos los moteros y moteras.
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